domingo, 13 de marzo de 2011

Doctor JFK



El otro día paseando por la Plaza Mayor me encontré con semejante congregación de personas escuchando una sola voz, la del cómico JFK que entretenía la noche con uno de sus números.
Os voy a intentar contar el chiste que interpretaba en el mismo momento de la foto si mi memoria me lo permite. Más o menos viene a decir: 
"Había una vez un pajarillo que quedó huérfano de padres y que cómo tenía hambre y no había comida en el nido decidió ir a buscarla. Pero el pobre era tan pequeño que se cayó al suelo sin alzar el vuelo y empezó a nevar. Estaba tiritando, a punto de morir cuando un toro se apiadó de él y le cagó encima. Con el calor de los excrementos del buen animal, el pajarito se recuperó y empezó a piar de alegría. En esto, un águila imperial se abalanzó sobre él, lo cogió con el pico y se lo comió. Esta fábula tiene 3 moralejas: 1: No todo el que te cubre de mierda te quiere mal; 2: no todo el que te saca de la mierda quiere tu bien, y tercera, aunque estés con la mierda al cuello, es mejor no decir ni pío."
Y bueno, este es el cuentecillo que contó este juglar moderno, que aunque no fuera muy bueno, la verdad sea dicha, lo hacía para ganarse la vida, sin intentar dar pena ni delinquiendo, sólo a intentando arrancarle al público una monedilla y, sobre todo, una sonrisa.

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