sábado, 21 de mayo de 2011

Tacheles

Tacheles, también conocida como la Casa Okupa de Berlín, contiene entre sus paredes puro arte. Este edificio fue tomado por jóvenes artistas en 1990, tras la caída del muro. Gente de todas nacionalidades se acerca a dejar su huella y por esto presenta una mezcla cultural de lo más interesante. El mismo edificio es en sí una joya, ya que fue declarado en los 90 monumento histórico por tener estructura de metal. Esta casa que nunca duerme, goza de un ambiente nocturno bohemio y único. Cada una de sus cinco plantas tienen algo que ofrecer al visitante.




Las dos primeras se utilizan para las fiestas, y en la última se venden obras. Además cuenta con un patio trasero en el que se reutilizan basura, vehículos y otros objetos para crear. En su fachada se pueden ver los vestigios de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, maquillados con las pintadas de los graffiteros. Desde los 90's, este fue el hogar de la experimentación y la búsqueda del propio estilo, los cimientos de esta casa se nutren de la ideología nacida con la caída del muro de Berlín, con la posibilidad de otra forma de vida, de poder expresarse sin miedo, de ser libres...es un reconocido centro de arte subvencionado por las autoridades berlinesas, es un museo viviente, es una creación común. Fue escenario de la película "Goodbye Lenin" . Si sus paredes hablaran probablemente gritarían: ¡Revolución!


Pero el dinero mueve montañas, y este edificio tiene sus horas contadas. Las ofertas por él son constantes y posee un futuro incierto, ya que hace tiempo que no tienen un objetivo común sus habitantes. 
"Todo se está renovando y llueve el dinero, y eso hace que perdamos nuestra individualidad"

martes, 26 de abril de 2011

Ahora que está cerca el verano...

...vamos a hablar de las figuras de arena que decoran las playas. Puede que no sea muy callejero, cierto, pero vamos a aceptar submarino como animal acuático y darle una oportunidad a estas creaciones. No se sabe mucho de su historia, pero este arte efímero atrae a miles de artistas a la costa para darle rienda suelta a la imaginación y ganar los concursos que organizan los ayuntamientos, ya que atrae a mucho turismo. 
Uno destacable es el "Sand World", que se celebra de julio a septiembre en Alemania, que nos deleita con creaciones como estas:


 











Otra gente emplea las esculturas de 

arena como forma de ganarse 
un dinerillo, gracias a la generosidad de los viandantes.
Sea por amor al arte o por trabajo, está claro que del mítico castillo que hacíamos todos de pequeños, algunos han evolucionado.

domingo, 10 de abril de 2011

Os Gêmeos

Desde la década de los años 80, Otavio y Gustavo Pandolfio, dos brasileños más conocidos como Os Gêmeos, han dejado su huella por las ciudades de medio mundo. Sus graffitis son fácilmente reconocibles, ya que sus dibujos parecen personajes de cuento más que una pintada. Con sus descomunales obras ayudan a caracterizar el estilo de Brasil. Tienen gran influencia de la cultura del hip hop. Su abanico temático es amplio y abarca desde retratos familiares, denuncia social y política de su tierra hasta el folklore. Las fotos pertenecen a Brasil, Esococia y las dos últimas a Lisboa.








Recientemente, en Nueva York, junto con otro compañero de fatigas, Futura, crearon un gigante amarillo de 250 metros de alto como reivindicación de la colaboración entre países y la necesidad de entendernos entre todos, ya que como ellos dicen: la idea es la de un mundo con una sola voz, sin fronteras, todos juntos trabajando por una sola causa que se resume en un mundo mejor.



viernes, 8 de abril de 2011

Hacer visible lo invisible

Mentalgassi es un colectivo alemán con sede en Berlín que se dedica al arte callejero a través de pegar grandes imágenes fotográficas de personas en el mobiliario público. 
Contenedores, cabinas o máquinas expendedoras son las elegidas para darle un toque de humor a la calle. 





Esto se puede ver como una rebelión al frío y gris de la ciudad, un movimiento de expresión alternativo, la apuesta por las personas en la jungla de asfalto y, cómo no, reivindicaciones para dar voz a aquellos que se las han arrebatado sin necesidad de decir ni una palabra. Un ejemplo es la colaboración que realizó este grupo con Amnistía Internacional por la defensa de Troy Davis, sentenciado a muerte con 19 años sin tener claro si es realmente culpable. ¿Y qué mejor lugar que unos barrotes para esconder la cara de un preso?  A la mente humana sin duda no se le pueden poner barreras:

domingo, 3 de abril de 2011

No te muevas

Las estatuas humanas engalanan nuestras calles y les aportan un toque bohemio e intrigante ¿con qué nos deleitarán después de echarle la moneda? Pero esta actividad que no hace daño a nadie y que fascina más que molesta, tiene un tope en Barcelona, que limitará el número de estatuas actuando a la vez a 15, habiendo dos tandas: mañana y tarde. En la actualidad hay unas 82 intentando captar la atención de los transeúntes, pero para hacerlo de forma legal tendrán que someterse a una selección con el fin de evitar la ocupación brutal. 
Cierto es que a veces puede resultar incómodo tal cantidad de mimos, pero ¿cómo decidir cuál tiene más arte que otro?¿cómo medir la ilusión de la gente que se levanta cada mañana, se viste y se caracteriza, y con toda la paciencia del mundo espera una reacción de los viandantes?¿cómo decirle a alguien que lleva 11 años, como hay casos, en esta profesión que no la puede realizar más?¿acaso es mejor que se dediquen a delinquir?



 Aunque imiten una estatua, no hay que olvidarse que son personas y tienen sentimientos, y a veces tenemos que ponernos un poco en el lugar del otro, aunque sea en un pedestal, aguantando el equilibrio o con más maquillaje que todo el que llevaremos en nuestra vida.

lunes, 28 de marzo de 2011

Metabiotic

Metabiotic es la unión de fotografía y pintura. Su gran representante es Alexandre Orion, que no da por completados sus graffitis hasta que las personas no interactuan con ellos. De esta manera sus obras cobran vida, forman parte del todo. Es una manera curiosa de difuminar la línea que separa lo imaginario y lo real.